sábado, 19 de abril de 2014

HAZME UNA MÁSCARA








(Como humilde homenaje al Nóbel mexicano, reciclo ahora un poema escrito hace 16 años tras su desaparición física...)

El día abre la mano
Tres nubes
Y estas pocas palabras.

Miro las gotas,
del tiempo huellas,
que en el piso brillan igual que en el aire
cuando van cayendo.

Aquí todo es contacto entre sombras,
abismo que se traspone con el puente
tendido entre un poema y otro.

A veces la palabra toma un contorno
de luz húmeda que fuese originada
por el vapor que despierta del suelo.

Hablo de un país que al igual que la poesía
es un depósito de dos realidades
que se confunden con sus nombres comunes.

Hablo de una lluvia con sol sobre la tarde,
máscara para unir piedra y mano,
pájaro de azogue y semilla para un himno.

Línea donde la luz pervive más allá de sí misma,
una lluvia con sol no es una cosa ni otra:
es ambas,


la ley de la metáfora signa su destino.

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