miércoles, 8 de diciembre de 2010

La tragedia del asesinato de Lennon o de cómo perdí la inocencia...

1er. acto
Alguna vez escuché decir que cuando murió Pedro Infante, la sociedad mexicana perdió la inocencia, el mercado del espectáculo nacional cedió ante el asedio de la industria hollywoodense y empezó a desintegrarse el parámetro de identidad social y política, referente de estabilidad bajo el cual se había consolidado el régimen posrevolucionario. Además de que Pedro Infante no ha muerto y está echándose unos tequilas con Zapata y Elvis, lo cierto es que no alcanzó a asimilar a este último, pues su capacidad histriónica le permitió imitar al otro blanco que cantaba (jazz) como negro, o sea Frank Sinatra, en A toda máquina, pero tras su trágica muerte la estafeta casi de forma natural se la tuvo que ceder al en aquel entonces recientemente nacido y fortalecido género rock and roll (o rhythm and blues revolucionado). Lo demás es historia conocida.

2o. acto
En efecto, ese día era lunes: día normal de escuela en mi último año en la primaria. Como el atentado había tenido lugar "the night before", fue hasta el martes que la noticia inundó todos los ámbitos. Tal vez en mi casa nos enteramos desde temprano, pero mis padres, que aunque nacieron el mismo año que Jim Morrison y Mick Jagger (de hecho mi madre lo hizo exactamente el mismo mes y el mismo día que el "jumping Jack") pertenecían al México al que me referí antes, no podían darle a ese acontecimiento la dimensión que tenía. Alguna vez tocando el tema con mi padre me dijo: "es que Lennon decía que era mejor que Jesucristo". La explicación me dejó insatisfecho, pues no correspondía a la imagen que del suceso guardo después que llegué a la escuela. Desde luego tenía nociones de quién era el hijo pródigo de Liverpool, había oído y cantado sus canciones, pero hasta ahí. Mi mejor amigo de esa época, Eduardo González, me recibió con una pregunta fulminante: "¿Ya sabes lo que pasó? No. Mataron a John Lennon. Ah. Mis hermanas (a quienes desde luego conocía, mayores que Eduardo, quien era el menor de seis o siete hermanos) se pusieron a llorar". Algo más había, me quedé pensando los días siguientes, si la gente reaccionaba así por alguien que no era de su familia.

3er. acto
Posteriormente ingreso a la secundaria y la maestra de inglés María del Carmen Contijoch se empeñó en lennonizarnos: "Woman", "Love", "Imagine", "Just like a starting over", más clásicas del Cuarteto como "And I love her" o "Yesterday que, aunque son de McCartney, nos acercaron a la contribución de Lennon inevitablemente y aderezaron las sesiones de clase. Aparte del tocadiscos en casa no teníamos donde escuchar música y yo me di a la tarea de grabar casets con las canciones de los Buitres. Recuerdo que el único lugar donde podía oírlos era el auto de mi padre y ahí me encerraba a hacerlo. Los Fab Four, pero sobre todo Lennon, empezaba a volverse familiar, alguien de la familia pues. Pero las interrogantes continuaron surgiendo: injusticias de la rueda de la historia seguirán siendo el modo en que mataron a Zapata o al Che Guevara, pero en este caso no entendía cómo alguien que no le había disparado a nadie (cosa que no se puede decir de los otros dos ejemplos) moría así, es decir, no por dispararle a alguien, sino por lo que había escrito y cantado.

4o. acto
Parte del valor de Lennon reside en la poesía contenida en sus letras. Nueva revelación para mí (a la sazón adolescente de doce años): resulta que la poesía también es posible en otros idiomas distintos al español, en este caso el inglés. Existe una anécdota que leí sobre la coincidencia entre Borges y Neruda (nada más: y miren que estamos hablando de poetas iberoamericanos antípodas) en el sentido de que técnicamente el inglés era superior al español para escribir poesía. Y bueno, recuerdo también que en Material de Lectura de la UNAM salió un número de la poesía en el rock. Lennon está incluido con la letra de "Julia", que aunque tiene líneas en las que parafrasea de Jalil Gibran ("Half of what I say is meaningless; but I say it so that the other half may reach you") posee otras propias de un lirismo insuperable: "When I cannot sing my heart/ I can only speak my mind, Julia/ Julia, sleeping sand, silent cloud".

5o. acto
El día que lo iban a matar John Lennon se levantó temprano (¿para qué hacernos esperar?), desayunó en su restaurante favorito, se preparó y se dirigió a la estación RKO para una entrevista en vivo, después asistió a una sesión de fotos que quedarán para la posteridad, sesión de la que salió para firmar autógrafos, uno de ellos a David Chapman (adelanto de intercambio navideño: firmas por balas) y luego fue a que le cortaran el cabello (lo que seguro facilitó la tarea de quien amortajó su cuerpo) quedando así listo para lo que el corto (ya entonces breve) porvenir le deparara. Su "a day in a life" fue largo (menos mal) y lo cerró cerca de las once de la noche cuando se dirigía al edificio Dakota hasta que una ráfaga de disparos detuvo sus pasos. Desde su origen el hombre ha buscado darle explicación a los hechos que no entiende. En esa línea de cosas y a título personal, lo único que puedo decir al respecto es que John Lennon tuvo que morir así para que yo comenzara a entenderlo a fondo...

p.d. En esta vida nada es gratuito y menos la muerte. El círculo de las estrellas se cierra sobre nosotros. 8 de diciembre (día de la Inmaculada Concepción: por algo será) es la fecha de nacimiento que de tiempo atrás escogí para mi alter ego. Día que desdenantes llevaba un sello de fuego por corresponder al del nacimiento del rey Lagarto, el otro gran poeta del rock y de quien prometo comentar algo después (mientras, un adelanto de sus poemas)...
AWAKE GHOST SONG
Is everybody in? Is everybody in? Is everybody in? The ceremony is about to begin.
WAKE UP!
You can’t remember where it was had this dream stopped?
AWAKE
Shake dreams from your hair
My pretty child, my sweet one.
Choose the day and choose the sign of your day
The day’s divinity
First thing you see.
A vast radiant beach in a cool jeweled moon
Couples naked race down by it’s quiet side
And we laugh like soft, mad children
Smug in the wooly cotton brains of infancy
The music and voices are all around us. Choose they croon the Ancient Ones. The time has come again. Choose now, they croon. Beneath the moon Beside an ancient lake. Enter again the sweet forest. Enter the hot dream Come with us. Everything is broken up and dances.
DAWN’S HIGHWAY
Indians scattered on dawn’s highway bleeding. Ghosts crowd the young child’s fragile eggshell mind.
Me and my ‑ah‑ mother and father ‑ and a grandmother and a grandfather ‑ were driving through the desert, at dawn, and a truck load of Indian workers had either hit another car, or just ‑ I don’t know what happened ‑ but there were Indians scattered all over the highway, bleeding to death.
So the car pulls up and stops. That was the first time I tasted fear. I musta’ been about four ‑ like a child is like a flower, his head is just floating in the breeze, man. The reaction I get now thinking about it, looking back ‑ is that the souls of the ghosts of those dead Indians …maybe one or two of ‘em…were just running around freaking out, and just leaped into my soul. And they’re still in there.
Indians scattered on dawn’s highway bleeding. Ghosts crowd the young child’s fragile eggshell mind.
Blood in the streets in the town of New Haven. Blood stains the roofs and the palm trees of Venice. Blood in my love in the terrible summer. Bloody red sun of Phantastic L.A.
Blood screams her brain as they chop off her fingers. Blood will be born in the birth if a nation. Blood is the rose of mysterious union. Blood on the rise, it’s following me.
Indian, Indian what did you die for? Indian says, nothing at all.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Poeta y campesino. Centenario de Miguel Hernández


A la memoria de mi primo Alfonso Arellano,
llevado a la gracia de Dios el pasado día de muertos

               Yo quiero ser llorando el hortelano 
               de la tierra que ocupas y estercolas, 
               compañero del alma, tan temprano.

Sucede que con fecha del 31 de octubre de 1910, en la población de Orihuela, vio la luz primera en el mundo el poeta y campesino por antonomasia: Miguel Hernández. A pesar de su corta vida y por ser más corto el espacio que utilizo para referirme a él, voy a obviar su circunstancia biográfica, fatalmente ligada a la guerra civil española, para centrarme en su legado poético. La primera estrofa del poema dedicado a la muerte de su amigo Ramón Sijé creo resulta ilustrativa a fin de establecer grosso modo, las dimensiones líricas de este poeta.

Como obertura, un juicio lapidario: en esencia la poesía es música y difícilmente habrá un poeta en castellano que iguale a Hernández en cuanto a la tonalidad diversa y sonora, y asimismo posea una amplitud de registros que tanto en el ritmo como en el ejercicio bucal y lingual al enunciar sus versos genere estímulos propiamente orgánicos. Si hablamos del formato poético, los méritos se agrandan: no creo exista en el siglo XX en el mundo de habla hispana otro poema en tercetos, metro glorioso por haber sido el vaso en que se virtió la Divina Comedia, que en calidad se equipare a éste de Miguel Hernández. Elegía, de acuerdo a su tema funerario, su primer verso da al traste con ese tipo de restricciones (que a veces más que ser parte del adiestramiento parecen ser castraciones) que abundan en los talleres literarios acerca de proscribir los gerundios en la escritura creativa. Cito otro ejemplo altamente ilustre del poeta de Orihuela:

                  Eludiendo por eso el mal presagio
                  de que ni en ti siquiera habré seguro,
                  voy entre pena y pena sonrïendo.

Otro detalle de la maestría de Hernández radica en su asimilación de recursos provenientes del barroco. Sin necesidad de remitirnos a Perito en lunas (1933), su libro mejor trabajado dentro de esta vertiente, el recurso del hipérbaton da entrada a una expresión anómala en el caso de la frase adverbial "tan temprano", si no fuera porque la musicalidad del verso (no es gratuito varios de sus poemas hayan sido constantemente musicalizados, como es el caso de "Para la libertad", "Elegía", "El niño yuntero", "Menos tu vientre", "Nanas de la cebolla" y otros) la refrenda. El sentido lato del enunciado estaría orientado a sostener que el reclamo se produce a esa tierra que "estercolas tan temprano". Pero aunque apareciera más suelta esta frase, alejada del verbo al que adjetiva, no pierde su efectividad acústica con la conexión anfibológica de decir "tan temprano" se es o se fue "compañero del alma".

La revaloración del barroco es una peculiaridad que la crítica especializada le ha reconocido a los miembros de la generación del 27 --la llamada generación de plata--, pero sin restarles méritos (es más: considero que el interés en Góngora que ellos despertaron promovió una apertura hacia la herencia de los Siglo de Oro en este periodo en específico de la poesía española de la que el poeta oriolano será deudor), Miguel Hernández rivaliza seriamente con cualquiera de ellos en cuanto a viveza e intensidad en la recuperación de esta época dorada de la lírica en lengua hispana, al cultivar lo mismo octavas reales, seguidillas, décimas, canciones, silvas, estrofas sáficas, nanas y por supuesto romances y sonetos. Me atrevería a sostener incluso que Hernández es prácticamente un viajero en el tiempo, un trasplantado a la altura de Quevedo, Góngora, Lope, Garcilaso o Herrera por la viveza e intensidad de su escritura, amén de la variedad temática y estrófica, todo ello si no fuera porque precisamente dentro de  esta baraja de opciones lo prolífico de su pluma lo llevó a sumar a la alforja de su estro poético el verso alejandrino, haciendo de este poeta un par auténtico del Neruda consagrado en 20 poemas de amor y una canción desesperada. Como muestra apenas un botón:

                  Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío:
                  claridad absoluta, transparencia redonda,
                  limpidez cuya entraña, como el fondo del río,
                  con el tiempo se afirma, con la sangre se ahonda.

                  ¿Qué lucientes materias duraderas te han hecho,
                  corazón de alborada, carnación matutina?
                  Yo no quiero más día que el que exhala tu pecho.
                  Tu sangre es la mañana que jamás se termina.

                  No hay más luz que tu cuerpo, no hay más sol: todo ocaso.
                  Yo no veo las cosas a otra luz que tu frente.
                  La otra luz es fantasma, nada más, de tu paso.
                  Tu insondable mirada nunca gira al poniente.

Por si fuera poco, no me despido sin dejar constancia de que, lunófilo de prosapia, Miguel Hernández, como parte de una elemental justicia poética, será el primer poeta en lengua española cuya voz llegue a la luna. Será fácil saber cuándo ocurrirá eso: cuando en 2011 los telescopios puedan dar fe de que la noche entera la luna ha ardido como una brasa que le dio cabida a toda una hoguera...


sábado, 9 de octubre de 2010

los gimnastas (poema a john lennon)...
















Hace más de 20 años, durante una clase aburrida (o quizás no tanto: el poema que a continuación posteo revela lo influenciado que estaba por el Neruda de Residencia en la tierra) en la Facultad de Filosofía y Letras, miré hacia las Islas y descubrí a un grupo de mujeres haciendo ejercicio. Una revelación que conjuntaba, en medio de una sesión de ejercicio intelectual la imagen de personas efectuando ejercicios físicos, me llevó a escribir el siguiente texto que rescato del arcón de los manuscritos para compartirlo.



LOS GIMNASTAS

in memoriam john lennon

...según es el cielo un caballo sin silla, ensangrentado,
o según, simplemente,
la ciudad es el huevo de todos los días,
llena de iglesias que practican todas las religiones, las personales,
roja más bien del sol que cae por descuido de quien se le cayó una moneda:

según hoy
el gimnasio es la espesura de un bosque
por cuyos árboles de hojas metálicas el viento llega sangrando a nuestros dedos,
y al atravesarlo tenemos que llevar una venda en las manos:
la del evangelio que se vuelve a escribir,
un limo que tapa el drenaje para descubrir ciertas indecencias que no recoge el baño;

y tú corres retaceando a la gente que conoces,
las cosas, los lugares que conoces,
las vidas del más allá que sí conoces,
y no en ese espacio donde las células muertas vuelven a sufrir encerrándome como días nublados,
muslos latentes en que pasas
y terminas necesitando saber más el qué pasó,
y no el porqué pasaste;

ya que en los deslindes de cada uno
está todo el aire posible,
avivando tu insolencia de dar una antorcha
a quienes incendiarán tu cuna o piragua que vuela, callada, hasta la percha de las estrellas,
y por ti vivimos sin saber, de igual forma,
por qué los elfos residen en la cabeza de tus actos,
cuando tus ladridos dejaron mordidas
en esa carne que desde entonces no se regenera,
en las tapias que encontró mi abuelo en su huerta grande
y que se saltan sin verlas, como puentes no sostenidos;

así,
suben, soplan las luces del estruendo urbano
haciéndolas lenguas de día,
como violetas que vienen a mis ojos confluyendo de la noche espigada en sus pulsaciones,
donde ni siquiera son neuróticos el zapato o el pie descalzo que nos pintan,
caminos en que primero pasa una mano,
caminos en que da miedo pasar porque los envuelve un remolino de ojos de nebulosas verdes:

según es el cielo el hollín
de un caballo sentado en una silla,
los espejos se corresponden en su ámbito al seguir los movimientos de su batuta
como las lágrimas no corresponden al tiempo en que todo era reducido a dos cuerpos de simetría semejante,
como una resbaladilla y un edificio;

pues bien,
la forma de cada movimiento,
las notas que suceden a las claves abiertas,
la burbuja donde el agua salta la tablita
para que el niño loco sumerja la cabeza,
la botella de náufrago que es cohete en una feria encontrando sus canales
y los autos caídos del purgatorio
comienzan de nuevo a hablarnos así,
y aunque nos pasan por las axilas sus súplicas,
no alcanzan a ser más que sueños
imposibles de recordar la mañana siguiente:

por tanto, sólo es admisible que te hables de nosotros
tal como de ti hablamos;
así te lo enseñaron los magos de las aguas,
y es según como volver a poner los pies en la zafra:
un ojo buscando el lugar donde las olas regresan,
una voz con el aliento coagulante de la Vía Láctea...

domingo, 1 de agosto de 2010

Un hermano de las cosas...


Como lo estipulo en la explicación de motivos para dedicarme a escribir este blog, el propósito central iba a ser presentar disertaciones sobre la obra de Jorge Teillier, y creo que ha sido lo que menos he hecho. Para resarcir un poco esta desatención, con motivo de que el pasado 24 de junio (noche de San Juan en la que los espíritus feéricos descienden al ámbito de los hombres y como dice la canción de Serrat: "Hoy el noble y el villano,/ el prohombre y el gusano/ bailan y se dan la mano/ sin importarles la facha") se cumplieron los 75 años de su venida a este mundo, inicio una serie de cinco entregas sobre el tema. Espero amable lector que al leerlas logre que se vayan por un rato "nuestras miserias a dormir"...

Hay una lista susceptible de variaciones de acuerdo al gusto de los críticos, pero con el paso del tiempo se va aquilatando al volverse más reconocida y comúnmente aceptada. La nómina áurea de los grades poetas chilenos comienza con Mistral, Huidobro y Neruda, quienes a su vez pasaron la estafeta a Nicanor Parra, Gonzalo Rojas, Enrique Lihn y Jorge Teillier. Entre estos últimos, tanto Parra como Rojas y Lihn (quizás en este último este aspecto se encuentre un tanto matizado debido al trabajo realizado al lado de Parra, y por la importante revaloración que hace de Neruda, pero del fascinante Neruda que se le revela a través de las Residencias que llevan a Lihn a asumirse también como un poeta “residenciario”), se establece un claro objetivo de desmarcarse de sus antecesores en su búsqueda de una expresión original. En el caso de Teillier, por lo menos en cuanto a temática, no es así.

Sin embargo lo que singulariza al poeta de Lautaro es su tono y su enfoque. Como sus antecesores, Teillier es un cantor de las cosas, lo cual se integra como parte de una misión en la que es subsidiario de las emprendidas en su momento por Neruda, sobre todo con su Canto general y las Odas elementales, así como por Mistral con Poema de Chile. Pero a partir de aquí las diferencias comienzan a parecer. Lo que para estos dos poetas chilenos continentales constituye el tratamiento dentro de uno o dos libros de un tópico del momento, para Teillier es el gran tema, quizás a fin de cuentas el único dentro de toda su bibliografía. Además, desprendido de este aspecto, sucede que para Mistral y Neruda el hablar del entorno que le es propio tiene un carácter programático, casi como de escritura hecha bajo (auto)encargo (recuérdese el manifiesto de Neruda de 1938 titulado "Sobre una poesía sin pureza" y que inicia así: "Es muy conveniente, en ciertas horas del día o de la noche, observar profundamente los objetos en descanso: las ruedas que han recorrido largas, polvorientas distancias, soportando grandes cargas vegetales o minerales, los sacos de las carbonerias, los barriles, las cestas, los mangos y asas de los instrumentos del carpintero").

En su odas, el yo lírico de Neruda aparece casi siempre con un aura de autosuficiencia, como si estuviera haciendo el favor de emplear su estro poético en tales asuntos después de haber agotados los temas “trascendentales” de la vida, gesto paternalista de quien se sabe se ha apropiado con su voz de todo lo habido dentro y fuera de su país. En el caso de Mistral, su acercamiento tiene características maternales, pues si bien busca colocarse al nivel de los objetos referidos, lo cierto es que su orientación pedagógica evidencia que tal aproximación no está exenta de las prerrogativas propias de todo adiestramiento. Uno escribe pues, como si estuviera componiendo una poética guía turística; la otra como parte de un compendio de geografía natural y cultural.

Teillier en cambio habla desde otra prespectiva. No hay una intención programática (más allá del maniqueísmo que en su manifiesto sobre los “poetas de los lares” lo impele a lanzar invectivas contra poetas contemporáneos suyos por “desarraigados”), y sólo en determinados casos como en su poema “El aromo” parece tocar al objeto referido con afanes prosopográficos.

El tiempo lo guardó en su memoria
para soñar con él en las noches de invierno. [...]
El aromo es el primer día de escuela,
es una boca manchada de cerezas.
Una ola amarilla de donde nace la mañana,
un vaso de vino en la mesa de los pobres.
El aromo es un domingo en la plaza de provincia,
es lo que nace de la semilla
de un hueso de niño muerto,
la amistad de las ovejas y el molino
en los viejos calendarios
y la alegría de los brazos
que renacen cuando estrechan el cuerpo de quien aman.

Lo que en Mistral y Neruda es paradigmático, en Teillier es sintagmático, pues las cosas y el entorno que les da cabida figuran de acuerdo a la ocasión, no a manera de desfile o inventario. El hablante de sus poemas no pretende describir situándose al margen, como quien contempla desde fuera, sino al interior del ámbito que describe. No hay sensación de supeditación, sino de hermandad. Como si asumiera una actitud franciscana, Teillier poetiza al hermano bosque, a la hermana higuera, al hermano queltehue. No apologiza como Neruda ni tiene afán por rescatar para el conocimiento general la botánica ni la zoología de la región, como lo hace Mistral. De ahí que su sentimiento de pérdida resulte tan auténtico, tan propio de una persona que a cierta edad ve cómo va perdiendo, uno por uno, a sus compañeros de viaje en el transcurso de la vida.

sábado, 10 de julio de 2010

Sudáfrica 2010: ajuste de cuentas


Mañana a estas horas una nación antaño (¿antaño?) colonialista estará viendo a su representativo nacional coronarse, futbolísticamente hablando, por encima del orbe. Pero si se mira desde un punto de vista estrictamente deportivo, la verdad es que Holanda tiene una cita pendiente con la historia desde los años setenta (aunque como en el caso de Francia en 1998 –con respecto del equipo que causó sensación en España 82, quizás el último Mundial digno de ser recordado--, habrá que apuntar que no estarían obteniendo el campeonato con su generación más brillante, como lo fue la de Alemania 74, sino con una más bien efectiva), y en el caso de España, luego de tener por años la liga más competitiva del mundo y en sus clubes principales, Barcelona y Real Madrid, los equipos con mayor presencia en la Liga de Campeones de Europa, hace falta convertir esa calidad de juego dentro de la Copa del Mundo, y Sudáfrica vino a representar la ocasión ideal para ello. Pero la historia de este tipo de competencias también se manifestó en varios momentos que quizás convendría repasar a continuación.


1. Inauguraciones. En el caso de la selección mexicana se habló mucho que se tenía una generación de oro, aunque los resultados indican otra cosa, pues se quedaron lejos, y por mucho, de lo realizado en Chile 62 o en la Copa América 93. Pero en cuanto al grupo que le tocó, pareció vivir un deja vú (si bien le faltó un entrenador de la altura de Nacho Trelles) a lo sucedido en Inglaterra 66, pues se la tuvo que rifar (es un decir, claro) ante Francia, Uruguay y al anfitrión. Y como en Uruguay 30, Brasil 50, Suecia 58 y México 70, le tocó inaugurar dichos campeonatos.


2. El ciclo se cierra. Y ya que de Uruguay 30 hablamos el único saldo positivo para los ratones verdes, es que cerraron el ciclo abierto en el partido inaugural de aquel campeonato, pues México fue el primer país en ser derrotado en este tipo de competencias, precisamente por el único representativo al que le ganaron en Sudáfrica, esto es, Francia. El primer gol además, lo recibió el guardameta Óscar Bonfiglio, y el ciclo se cerró cuando además del gol 50 para la escuadra nacional, justamente ante Francia, el Chicharito Hernández anotó el número 2100 de las Copas del Mundo.


3. Más ajustes de cuentas. Si en el mencionado torneo de Inglaterra 66 se presentó el gol fantasma de Hurts que definió el rumbo de la final pues hasta ese momento el partido por el trofeo jules Rimet estaba empatado, ahora tuvimos el de Lampard que no se marcó y que hubiera significado el empate frente a los alemanes. Sin embargo, en honor a la verdad habría que decir que la venganza germana se dio en México 70, cuando en el encuentro de cuartos de final Alemania derrotó 3 a 2 a Inglaterra. Pero ya que andamos vengativos, habría que decir que la venganza inglesa de la venganza alemana serían los pronósticos del pulpo Paul, (de origen británico, hospedado en un acuario germano) que desde hace dos años cada que Alemania juega contra España, pierde.


4. Más gazapos arbitrales. Argentina siempre se había quejado de los arbitrajes. En Inglaterra 66 sufrió (se dice que injustamente) la expulsión de su estrella Ratin en su juego contra la escuadra local, lo que cambió el rumbo del partido de cuartos de final, bajo la consigna de que Europa era para los europeos, pues en el cotejo respectivo se recordará cómo los portugueses cosieron a patadas a Pelé, quien salió lesionado de ese encuentro y su equipo, por supuesto, eliminado. Luego vino el controvertido penal de la final de Italia 90 ante Alemania, sancionado por el árbitro mexicano uruguayo, Edgardo Codesal. Será por eso que la venganza cayó sobre los mexicanos por el gol ilegítimo del partido de octavos de final de este Mundial. Lo cierto es que después de eso Maradona no pudo decir que su representativo estaba siendo perseguido por la FIFA.


4. Todo sigue igual. Otras concidencias en este torneo fueron que como en Brasil 50, Estados Unidos se enfrentó a Inglaterra y que, entonces como ahora, a los británicos les resultó imposible derrotar al representativo del país que en algún momento fue su colonia (conocido ya el resultado del partido por el tercer lugar, habrá que decir que como hace cuarenta años, Alemania derrotó a Uruguay por diferencia de un gol en un encuentro que, a decir verdad, debió ganar el equipo charrúa).


5. El que a hierro mata. Otra sorpresa mayúscula ocurrió en Inglaterra 66, cuando la escuadra debutante de Corea del Norte le ganó (y eliminó de la siguiente fase) a Italia (cosa que no ocurría desde Alemania 74). Esta vez, como castigo a semejante oprobio, Portugal le propinó la salvaje goleada de 7 a 0 (marcador que no se veía desde Alemania 74, cuando Polonia se la aplicó a Haití), lo que no fue obstáculo para que Italia quedara de nuevo eliminada, ahora por otro equipo debutante, el representativo nacional de Eslovaquia.


6. Emociones versus futbol. Hay quien dice que el mejor partido de Sudáfrica fue el Uruguay Ghana. El más emocionante tal vez sí, pero creo que en ese sentido ciertos instantes del Uruguay Holanda o del Uruguay Alemania se le aproximan. Difiero pues, de dicho parecer, pues creo que el primer tiempo de Alemania Inglaterra, además de emotivo, resultó interesante, trepidante y bien jugado. Y ya. Pienso que es lamentable el nivel al que ha descendido este tipo de competencia, pues si comparamos, habría que imaginar a estos partidos como películas. Una buena película se ve una y otra vez y luego una más, pero, sobre todo después que ya se ha conocido el resultado (pues desde hace años importa más el qué que el cómo), ¿usted volvería a ver el Brasil Portugal o el Alemania Ghana de este Mundial a menos que estuviera estudiando para entrenador o fuera director deportivo de algún club?


7. La afición. De tiempo atrás el verdadero atractivo de las Copas del Mundo lo constituyen los aficionados. No sólo en el caso de México, que tenemos una afición cuyo nivel es verdaderamente superior ala de s u representativo, sino en general en el resto de los equipos en competencia. Más que en as canchas el talento y el ingenio está en las gradas y ahora también en el auditorio enlazado vía satélite. Así por ejemplo, este Mundial será recordado, además de por la hospitalidad africana, por la hincha (por estar hinchada en varias partes de su cuerpecito) paraguaya Larissa Riquelme o por las predicciones del pulpo Paul que pasó a figurar con honores en el escudo nacional de la bandera española...


lunes, 5 de julio de 2010

El FIFA gate o de cómo México sigue en competencia


1. De cabeza. El balón siguió rodando y las conclusiones de lo visto en este mundial están muy lejos de ser halagüeñas (con todo y FIFA gate de pilón). Me pregunto por qué nos hemos conformado con tan poco, por qué aceptamos que Brasil juegue como si fuera un combinado europeo, que en la selección de Argentina jugadores multimillonarios no tengan amor a la camiseta, que Alemania y España repitan en la cumbre del futbol europeo como si en estos dos años desde la Eurocopa no hubiera pasado nada de por medio y que ahora sean los alemanes quienes basen su éxito futbolístico en el talento y los españoles en su esfuerzo físico, quién lo dijera. Por muy paradójico que parezca, el balón está de cabeza.


2. La garra. Quizás, de todo lo perdido, haya que entresacar lo ganado. Más allá de que España, Paraguay y Ghana hayan llegado a una zona inédita de este torneo mundial, lo cierto es que tuvieron que pagar el derecho de piso y desde la marca de los nueve pasos para el máximo tiro de castigo se comportaron como cualquier mexicano en tales circunstancias (incluido algunos naturalizados especialistas en fallar penalties, como Vicente Matías Vuoso), lo que quizás nos impida ser tan duros de ahora en adelante con los jugadores que porten la camiseta verde. Pero bueno, el punto era congratularse de que la garra charrúa, que parecía irremediablemente perdida de estas instancias, esté de regreso y que algo parecido suceda con Holanda, un futbol que empezó a cobrar relevancia precisamente cuando los uruguayos comenzaron a perderla. Quisiera recordar a través de la playera celeste aquellos tiempos anteriores al catenaccio italiano y al dinamismo del futbol total. Los momios dan como favoritos a los holandeses pero, si a rancio abolengo nos atenemos, lo cierto es que el prestigio uruguayo es mayor. Hace 60 años en el Maracaná quedó patentizado que más allá del inefable toque carioca, jugar con los destos bien puestos también reditúa.


3. Las barbas del vecino. El ridículo mayor tal vez lo hayan protagonizado los árbitros y los dirigentes de FIFA ante los lamentables gazapos (per)judiciales que tuvimos que presenciar casi con apena ajena. Desde luego aquí el problema polariza posiciones: por un lado estaría la necesidad de tecnologizar el balompié para semejarlo al modo de competencia gringo (no olvidar que varios cotejos como el de los mismos Estados Unidos o el Uruguay-Ghana parecían final de la NBA o de las Grandes Ligas, con jonrón en la última entrada después de dos outs, tres bolas y dos strikes), y por el otro los tradicionalistas que abogarán porque las reglas se mantengan incólumes y que con una disculpa (como en efecto la dio Blatter) quede saldado el lamentable daño colateral, el asalto en despoblado que fueron los octavos de final para México e Inglaterra. Pero que a nadie se le olvide que esto podría repetirse (yo mismo me empeñé en apuntar con dedo flamígero la injusticia producida en su momento) luego de la fraudulenta calificación a Sudáfrica de la escuadra francesa sobre la de Irlanda, pues al no respaldar la reclamación de este país ante una fechoría manifiesta, había que, como dice el refrán, poner a remojar las barbas propias. Como en su momento, meses antes de que empezara esta contienda, no se sentó un precedente para remediar un hecho a todas luces inequitativo, ¿con qué cara mexicanos e ingleses podían pensar que el juez central de sus respectivos partidos cambiaría una decisión si la que afectó a los irlandeses se pasó por el arco del triunfo parisino?


4. El futbol mexicano. Aunque el combinado de la esperanza siempre verde ya está de regreso en tierras mexicanas, luego de las pifias arbitrales arriba señaladas habrá que asentar que el futbol mexicano no ha dejado de estar presente en Sudáfrica. Los penales fallados tienen un tufo a algo ya visto en el torneo local e incluso la manera de cobrarlos por parte de Sebastián el “Loco” Abreu haría pensar que ese partido se transmitía desde el Estadio Tres de Marzo de Zapopan (si el portero ghanés hubiera tenido acceso a las grabaciones de partidos donde jugó Abreu otro gallo le hubiera cantado debajo de los tres palos). Penalties que no son, goles fantasmas que nunca entran y otros que se inventan, además de un sinfín de tantos marcados en fuera de lugar pueblan la historia del futbol mexicano. Hasta pareciera que Suárez, el delantero charrúa cuya jugada de voleibol catapultó a su selección a las semifinales, repitió un recurso al que en un clásico América versus Guadalajara en el Estadio Azteca, con arbitraje de don Gilberto Alcalá (hoy comentarista de TVC Deportes) recurrió Héctor Reinoso para impedir la anotación de Luis Hernández. Creo que no hace falta recordar que a la postre el resultado favoreció a la causa del jugador que cometió la infracción. Así es este juego y para rubricarlo no hay que olvidar que Marco Antonio Rodríguez y Armando Archundia todavía están en competencia y, a como han estado las cosas en el actual territorio mundialista, no hay que descartar la posibilidad de que aún puedan (como hace veinte años lo hizo Edgardo Codesal en Italia 90) darle el toque mexicano al partido final del torneo...


jueves, 10 de junio de 2010

Vamos México: breviario de un país que vive de la patada


Debido a que tenemos encima la fiebre futbolera, se impone la necesidad de romper el silencio, así sea por esta única ocasión (o dependiendo de si en el
inter no sucede algo de suma importancia).

1) Vivir de la patada. Que nadie se engañe con los spots bi-centenarios: el verdadero festejo (contradicciones nacionalistas) tendrá lugar en Sudáfrica, cuando se entone el himno nacional en el partido inaugural de la Copa del Mundo. Las conmemoraciones del 15, 16 de septiembre y 20 de noviembre, como auténtico colorario, no tendrán tanta audiencia compatriota como la de este 11 de junio vía satélite.

2) Spot. Uno de los anuncios a través de los medios masivos es ése que invita a ver las pantallas gigantes que se instalarán en las capitales de los 32 estados. Más de uno hemos pensado que son para ver a nuestros próceres nacionales en plena gesta heroica: el conejo Pérez, el payasito Ochoa, el chicharito Hernández, el venado Medina, el temo Blanco, etcétera.

3) Pronóstico reservado. Como Calderón estará en el estadio cuando los ratones verdes disputen su primer partido mundialista, y demostrada su calidad de ser un intimidante rey anti-Midas, apuesto a que ese partido se pierde (de todos modos, por decreto de FIFA, el árbitro se encargará de que así sea). Sin embargo no soy tan pesimista, y considero que ante Francia y Uruguay habrá mejor suerte: uno de esos cotejos se gana y el otro por lo menos se empata. Pero hasta ahí: a continuación explicaré porqué creo que en esta edición mundialista tampoco se llegará al quinto partido.

4) El nivel futbolístico. Los partidos de preparación fueron sumamente interesantes, pero sólo evidenciaron una cosa. Es cierto (a mí me tocó presenciarlo, por ejemplo, durante el Mundial de Argentina 78) que ante las grandes potencias antaño la portería mexicana terminaba llena de cuero (Rummenigge et al. alemanes se encargaron de eso en el estadio de la provincia de Rosario al son de 6 a cero), y ahora ya se tienen “mejores” resultados y hasta en ocasiones se domina el encuentro (recuerden el partido ante Argentina en Alemania 2006), pero el rival, con una mayor fortaleza mental, termina haciendo los goles: ¿no fue eso lo que pasó ante Inglaterra y Holanda?

5) Lo dicho. En cuanto a lo de Italia, es mero espejismo. En su oportunidad lo dije: la selección italiana se especializa en jugar a medio vapor la primera fase del Mundial (y conforme va avanzando la competencia va evidenciando su real nivel), por lo que para ellos un partido preparatorio equivale a una cascarita…

6) And the winner is. A mi parecer España, Inglaterra, Holanda y Brasil (Argentina tal vez, pero le falta entrenador) se perfilan como probables vencedores de esta contienda. Más seguro sería pronosticar como triunfador un factible equipo que se armara precisamente con los jugadores que no estarán presentes en Sudáfrica. Si se pudiera conjuntar una escuadra trasnacional compuesta por Peter Cech, René Adler, Michael Owen, Rio Ferdinand, David Beckham, John Obi Mikel, Mijail Ballack, Ronaldinho, Luis Anderson, José Bosingwa, Didier Drogba, Andrea Pirlo, Salvador Cabañas, Zlatan Ibrahimovic y Andrei Arshavin, ésa sería mi favorita. Como dice el dicho, no están todos los que son, pero esto además evidencia la forma en que los jugadores son exprimidos físicamente, debido a que muchas de estas ausencias son por lesiones de la carga de trabajo anual, y el espectáculo mismo resiente las consecuencias. Hace falta que alguien le haga entender eso a la FIFA, preocupada más en sus ganancias que en este tipo de problemas "menores"...

7) Nerviosismo. Lección del entrenador Javier Aguirre: ¿hay una mejor forma de tener intranquilo al portero de la selección para el partido inaugural que el mantenerlo a él y a los demás en la incertidumbre de quién será el titular para dicho encuentro?

8) Vamos México. Controversial ha sido el comercial donde aparece el entrenador Aguirre, pero ya que vivimos en el país de los malos entendidos (matan a jóvenes mexicanos lo mismo policías fronterizos gringos que militares nacionales, secuestran al jefe Diego, acusan a "probos" funcionarios del incendio en una guardería, muere una niña discapacitada, se escapa un personaje televisivo sospechoso de asesinar a su esposa y nadie sabe explicar por qué ni cómo sucedió todo esto), creo que lo que quiso decir, echándose porras a sí mismo (a como están las cosas creo que es lo único realmente sensato) es que debemos pasar “del México del sí se puede, al México del más trom-pudo”. Así sea...

miércoles, 17 de marzo de 2010

Experiencia extrema...



Propongo el siguiente ejercicio: al momento de ingresar al autobús bien puede uno cerrar los ojos y desquitar algo del sueño inconcluso por haberse parado temprano en sábado. Al abrirlos de nuevo parecerá mentira que a unos cuantos minutos de la urbe (a la que por división política pertenece por hallarse dentro de los límites de la delegación de Cuajimalpa) exista un lugar donde los árboles nos reciben con altura monumental y el aire guarda una densidad de lluvia o de bosque pleno de rocío. Esto sin contar con la amabilidad de don Felipe, nuestro guía temazcalero, cuya confianza y franqueza serán vitales para transitar por este túnel del tiempo que, entre otras cosas, nos regresa al origen.

Antes de concurrir a la ceremonia lo que se impone es un paseo por el Valle de las Monjas, recorrido en el que la naturaleza se conjuga con los vestigios de ocupación que componen los restos de un muro y un puente de piedra. El paseo así, además de enaltecer el espíritu, se conjuga al toque de historia regional que le dan los letreros que ilustran sobre los frailes (no así monjas, como el nombre lo haría suponer: lo mismo sucede con el Desierto de los Leones, sitio turístico anexo que ni es desierto --sólo por lo deshabitado-- ni tiene leones) que transitaron por ahí, además de que permite un estado de relajación profundo.

Para el ritual hay que estar preparado con un traje de baño, sandalias y toalla. Siguiendo las indicaciones del guía se interna uno en el vientre de la tierra o remanente de la cueva de Chicomóztoc, lugar mítico referido en la tira de la peregrinación azteca y se procede a dejarse llevar en ese túnel del tiempo. Si vieron la película de Avatar, podrán experimentar, de otra forma, eso que en la cinta de Cameron se maneja como "la conexión con la tierra" (aunque los otros tres elementos también se hacen presentes). El resto es algo que lo dejo en suspenso porque cobrará pleno sentido al momento en que se asista a la ceremonia, pero de lo que sí puedo dar testimonio es que el resultado de esta experiencia extrema (pues en efecto se necesita una cierta capacidad física para aguantarlo) se verifica en tres niveles: una mejoría anímica, una regulación del organismo y una reducción de toxinas, así como la baja de un par de kilos (por lo menos).

Para la entrada de la primavera este sábado habrá otra sesión de temazcal, saliendo de metro Mixcoac a las 9 de la mañana. A los que estén interesados pueden pedir más informes al 54233172 y al (044-55) 36554417 .


sábado, 13 de febrero de 2010

La poesía en la calle...


El título de esta entrada parecería seguir la línea crítica de mis anteriores comentarios, sin embargo la intención no es usar la expresión "en la calle" en su sentido figurado, sino en el literal. Por una atenta invitación de Cristián Picón y Linda Guiza, participé dentro de la serie de lecturas "Poesía y movimiento" en las estaciones del metro y mis expectativas previas quedaron rebasadas por mucho. Dichas expectativas consistían en testificar cómo se efectuaría el acceso de la actual producción poética de la ciudad de México llegando de manera directa al público usuario de este sistema de transporte (ya estoy hablando como burócrata), lo que implica salirse de esquemas preestablecidos y no estar a expensas del juicio del mismo circuito de lugares para leer poesía en Coyoacán o en la Roma, y a los que a veces también acuden las mismas personas.


Desde luego esta expectativa se cumplió con creces, dado que gente de diverso estrato social y cultural detuvo sus pasos así fuera para despejar su curiosidad y darse unos minutos a la escucha lírica, pero a ella debo agregar la que generaron los compañeros que rompieron con la estructura tradicional (entre los cuales me encuentro) de presentación. Carraspea uno, se saluda a la concurrencia y nos lanzamos sobre la página a darle salida a lo que venga de nuestro ronco pecho hasta el final del texto. Y la audiencia, bien portadita atiende educada y aplaude al final. La verdad es que los participantes más jóvenes evidenciaron una mayor visión y dieron un toque de frescura con sus lecturas performance. Bajo este marco se desarrollaron (de las que pude presenciar) las actuaciones de Mario Dux con sus juegos acústicos establecidos a partir de cinta canela, bolsas de plástico y un megáfono; la frenética recitación de Miguel López que representaba casi lo mismo que iba recitando; el chippendale de Guillermo Córdova para reproducir, en sentido inverso, el cambio de luces de un semáforo; la representación quasi teatral de Tonatiuh Mercado con su máscara de ave; la crónica rimada de los últimos acontecimientos en la Facultad de Filosofía y Letras de Javier Raya o de Gabriel Bolongaro (no recuerdo bien), y la versión rapeada de Van-T quien más que un poeta se volvió un gurú que predicaba en la cúpula del metro Insurgentes.

Obviamente que todo esto no se trata de algo nuevo, porque desde el movimiento de vanguardia de hace un siglo (claro que esta clase de representaciones se remontan hasta los albores de la humanidad, pero cito este momento histórico por ser el de mayor relevancia dentro de la secularización que sufrió la enunciación poética en la edad moderna) se registran presentaciones de este tipo, y hace como once años, en el auditorio Che Guevara hizo lo propio, heredero de esa tradición vanguardista, el bardo ruso Evgeni Evtushenko. Lo cierto es que, a final de cuentas, lo interesante fue el contraste, porque dentro de lo llamativo de las lecturas reseñadas, no puedo despedirme sin dar fe del éxito entre los asistentes que tuvieron las propuestas de Andrés Cisneros, Adriana Tafoya (con la que hay que festejar "y emborracharse"), Angélica Santaolaya, Guillermo Vega y Lucero Balcázar, todos ellos de quienes me honra el llamarme su amigo.

P.D. Las lecturas siguen durante todo el mes de febrero: los lunes y viernes a las 5:30 y los miércoles a las 2 de la tarde. Pueden checar la programación en: poesiaymovimiento.blogspot.com

jueves, 21 de enero de 2010

Haití: entre fatalidad y la frivolidad...














Un hom
bre se levanta temprano en la mañana
se pone la camisa y sale a la ventana,
puede estar seco el día, puede haber lluvia o viento,
pero el paisaje real, la gente y su dolor
no los puede tapar ni la lluvia ni el sol.
Silvio Rodríguez

¿Quién puede mirar las imágenes del reciente desastre en Haití de manera objetiva? En definitiva no se puede uno parar de forma neutra en este mundo. Aquella historia del Conde Lucanor del burro, el niño y del anciano rubrica a perfección la historia de la humanidad. Hagamos un resumen de noticias para dar cuenta de ello.

a) Es imposible negar la existencia de una vorágine de sufrimiento que se desprende del temblor en Haití pero, a pesar de ser una catástrofe natural, ¿hasta dónde la mano del hombre no ha propiciado que el dolor se acentúe en el costado sangrante de esta isla caribeña? Pareciera que la madre tierra se ensaña con quienes de por sí han sido marginados de la estabilidad económica y el progreso. El territorio donde se ubica el país está escindido en dos naciones, República Dominicana, donde habita una población con mejores recursos, y Haití, la zona de los jodidos, por una barrera divisoria semejante (toda proporción guardada) entre México y los Estados Unidos. De ahí que Dominicana tenga un férreo control de los migrantes haitianos, digo, para no tener que mezclarse con ellos y que mejor de inanición se mueran tranquilos en su pedazo de terreno que les deparó el destino.

b) Una historia quizá no muy ficticia: un padre (pongámosle de nombre Abraham) logró rescatar de una barda derrumbada a su hijo (quien, por ende, puede llamarse Isaac), quien ya ha sido dado de alta en el hospital, sólo que tuvieron que amputarle una pierna y un brazo. El resto de su familia está muerta, o cuando menos oficialmente desaparecida. Con fijeza mira las hordas que se disputan los alimentos, una botella de agua que circuló en tres manos y acabó desparramada en el suelo. Meditando sus opciones cree que internarse en las áreas de cultivo es la mejor de ellas, pero su hijo no está en condiciones de seguirle y él carece de los medios para mantenerlo. Recuerda que cuando tenía su edad trabajaba en la zafra donde el patrón poseía un alazán al que se le quebró la pata y no tuvo más remedio que sacrificarlo. Detrás de su casa derruida logró sacar un hacha con la que más de una vez pudo alumbrar con una fogata la noche de la historia familiar. Ahora sólo tenía que esperar a que su hijo fuera vencido por el sueño. Tras un golpe seco las aves nocturnas que se hallaban en las ramas cercanas fueron las únicas que pudieron despertarse.

c) La base del capitalismo estriba en una necesaria división de clases. Hablar de países de primer nivel, otros de nivel secundario y los demás a un nivel terciario resulta conveniente para establecer las condiciones en las que las naciones desfavorecidas requieran de la ayuda foránea. Éste es el origen de la deuda externa de los países subdesarrollados. De este modo la colonización no ha terminado: Europa y Estados Unidos siguen depredando los recursos y el potencial humano del continente americano sin necesidad de una dominación política abierta. Pero qué digo, si la pobreza de Haití es estratégica en términos geopolíticos, a conveniencia del imperialismo yanqui que la propició a fin de tener, a cambio de ayuda "humanitaria", una base de operaciones en caso de un eventual conflicto armado con el régimen comunista de Cuba.

d) La frivolidad no deja de hacer su aparición: teletones y conciertos de rock son a la vez que labor filantrópica parte de ese juego. Kilos de ayuda para los damnificados al tiempo en que se enaltece la imagen de sus benefactores: una presentación gratis a cambio del engrandecimiento de la fama resulta un negocio altamente rentable. Así que no nos engañemos: ¿qué diferencia tiene esa labor con la que desplegaron los enviados oficiales de distintas cadenas televisoras para darnos las imágenes de la hecatombe "antes y mejor que nadie"? Corresponsales que serán galardonados por su desempeño para pelear el rating, mismo que se traducirá en ganancias netas para los empresarios de los medios: así es como se mide el estatus de heroísmo en estos aciagos días...