sábado, 11 de junio de 2016

DEL PIE A LA LETRA 1. A LA CAZA DEL OCTUBRE ROJO



Sin decir agua va, en las dos orillas del Atlántico la fiebre del futbol se ha desatado irremisiblemente y, como los ancestrales aedos, corresponde a quien blande una pluma hacer una reseña lo menos periodística posible para desahogar ese cúmulo de pasiones que se agolpan en la garganta.

Dos rondas han corrido de la Copa América del Centenario y la selección cuyo estadio emblemático recibe ese mismo nombre, estará preparando sus maletas sin que hayan podido alinear, en la persona de Luis Suárez, al mejor delantero del mundo. Pensar en el tridente ofensivo del Barça es pensar en lo más granado que tiene el fútbol sudamericano en la actualidad y a como van las cosas sólo Messi estará en posibilidad de refrendar a nivel de selecciones eso que dentro de su club consiguió durante el año futbolístico que acaba de de concluir.

La Pulga sin embargo no acaba de digerir (y me deja dudando que lo vaya a conseguir) que los retos más duros en su carrera los necesita que dirimir fuera de la cancha. Apenas exonerado de los cargos por fraude fiscal, resulta que el peso de las palabras de los dos más grandes futbolistas de la historia se le vino encima. Yo sería el primero en descalificar sobre todo la declaración de Maradona acerca de su compatriota, porque a mitad de una competencia podría desconcentrarlo. Total, ya sabemos que aunque Argentina de la mano de Messi ganara la Copa del Centenario (cosa harto probable) aun así seguiría viendo con periscopio a las dos leyendas del balompié quienes creyéndose estar con el micrófono en off se sinceraron. Pero analizando con cuidado el asunto se dilucida que los verdaderos responsables son quienes filtraron este regio diálogo. No es falta de ética sino de profesionalismo periodístico de quienes por hacer la nota ponen al astro argentino en el ojo del huracán. Es motivo del más execrable oportunismo mediático comparar a la Pulga con Pelé o Maradona, tan poco piadoso como el marcador de Argentina contra Panamá: 4 a 0 en cuanto a campeonatos del mundo. Con todo y ser el mejor futbolista de los últimos tiempos, al actual 10 del combinado argentino de momento sólo le podría hacer justicia comparándolo con la Saeta Rubia Di Stéfano. Además el desempeño de la Pulga un día después de semejante trascendido no hace sino corroborar las palabras del Barrilete Cósmico: Messi es tan incombustible, poco temperamental y traslúcido que no sufre mella en su ánimo, ni para bien ni para mal, tras de enterarse de lo que sobre su falta de personalidad se anda diciendo.

Todo esto de este lado del charco. Del otro es inevitable referirse a la BBC madrileña, la flamante delantera del actual monarca de la Champions que, como la de de los culés, presenta una baja significativa en el nombre de Benzema a quien tuvieron que haber extrañado cuando arañando la meta rumana apenas consiguieron anotar el gol de la diferencia (Deschamps ha de pensar que cuenta con delanteros de sobra para agenciarse la copa). Y si bien por su parte Bale contribuyó con un rotundo disparo para vencer la meta de los eslovacos en la victoria de Gales 2 a 1, su aporte no se compara ni de lejos con la del boliviano Jhasmani Campos ante ni más ni menos que un portero de la categoría de Claudio Bravo. No obstante la escuadra chilena se repuso con un equivalente 2 a 1 pues le entregaron un penalti en bandeja de plata sobre la terminación del tiempo, anotación agónica como la de Francia y como la del empate de Rusia en el encuentro más trepidante de la jornada, no sólo por los disturbios desatados por los proverbiales hooligans antes del partido en Marsella, sino porque como en la adaptación cinematográfica del thriller de Tom Clancy, La caza del octubre rojo, a Sean Connery, el célebre actor inglés, le tocó hacerla de ruso, así también intercambiaron papeles el conjunto de la Rosa, lanzando un misil Voevoda (dicen, el misil ruso más poderoso que exista) a través del tiro fuera del área de Erik Dier, con el que por fin batió a Akinfeev (quien no sólo por vestir de negro, sino por un par de atajadas, hizo evocar al inefable Araña Negra Lev Yashin), y los rusos anotando al más puro estilo inglés (de cabeza) el gol de la igualada, cortesía de Berezoutski. Como en la película, el octubre rojo consiguió escapar de sus perseguidores…

Apostilla: dicen que dicen que la fórmula del jugador perfecto en nuestros días sería uno que tuviera la habilidad de Messi y el carácter de Cristiano Ronaldo… un momento, alguna vez existió un futbolista así, y lo bautizaron con el nombre de Diego Armando.