viernes, 25 de abril de 2008

Hazme una máscara

(en el décimo aniversario de la muerte de Octavio Paz)

El día abre la mano

Tres nubes

Y estas pocas palabras.

Miro las gotas,

del tiempo huellas,

que en el piso brillan igual que en el aire

cuando van cayendo.

Aquí todo es contacto entre sombras,

abismo que se traspone con el puente

tendido entre un poema y otro.

A veces la palabra toma un contorno

de luz húmeda que fuese originada

por el vapor que despierta del suelo.

Hablo de un país que al igual que la poesía

es un depósito de dos realidades

que se confunden con sus nombres comunes.

Hablo de una lluvia con sol sobre la tarde,

máscara para unir piedra y mano,

pájaro de azogue y semilla para un himno.

Línea donde la luz pervive más allá de sí misma,

una lluvia con sol no es una cosa ni otra:

es ambas,

la ley de la metáfora signa su destino.

miércoles, 23 de abril de 2008

El árbol caído

El día de ayer (22 de abril) azotaron los vientos en Coyoacán y me tocó presenciar cómo un fresno de veintitantos metros se venía para abajo. Cada par de ojos verán algo distinto a partir de esa imagen. Yo pensé en un par de versos:

Así también yo perdí la inocencia
luego de ver que derrumbaban el árbol
que contemplaba desde mi ventana...

¿Naufragio de alguna esperanza? Tal vez. Ahora se me ocurre una sentencia que respondería a Machado y su famoso poema "A un olmo seco". ¿Qué hacer con el árbol caído al día siguiente (23 de abril)?: si se admiten sugerencias, yo pienso que con un árbol caído se pueden hacer libros...