miércoles, 8 de diciembre de 2010

La tragedia del asesinato de Lennon o de cómo perdí la inocencia...

1er. acto
Alguna vez escuché decir que cuando murió Pedro Infante, la sociedad mexicana perdió la inocencia, el mercado del espectáculo nacional cedió ante el asedio de la industria hollywoodense y empezó a desintegrarse el parámetro de identidad social y política, referente de estabilidad bajo el cual se había consolidado el régimen posrevolucionario. Además de que Pedro Infante no ha muerto y está echándose unos tequilas con Zapata y Elvis, lo cierto es que no alcanzó a asimilar a este último, pues su capacidad histriónica le permitió imitar al otro blanco que cantaba (jazz) como negro, o sea Frank Sinatra, en A toda máquina, pero tras su trágica muerte la estafeta casi de forma natural se la tuvo que ceder al en aquel entonces recientemente nacido y fortalecido género rock and roll (o rhythm and blues revolucionado). Lo demás es historia conocida.

2o. acto
En efecto, ese día era lunes: día normal de escuela en mi último año en la primaria. Como el atentado había tenido lugar "the night before", fue hasta el martes que la noticia inundó todos los ámbitos. Tal vez en mi casa nos enteramos desde temprano, pero mis padres, que aunque nacieron el mismo año que Jim Morrison y Mick Jagger (de hecho mi madre lo hizo exactamente el mismo mes y el mismo día que el "jumping Jack") pertenecían al México al que me referí antes, no podían darle a ese acontecimiento la dimensión que tenía. Alguna vez tocando el tema con mi padre me dijo: "es que Lennon decía que era mejor que Jesucristo". La explicación me dejó insatisfecho, pues no correspondía a la imagen que del suceso guardo después que llegué a la escuela. Desde luego tenía nociones de quién era el hijo pródigo de Liverpool, había oído y cantado sus canciones, pero hasta ahí. Mi mejor amigo de esa época, Eduardo González, me recibió con una pregunta fulminante: "¿Ya sabes lo que pasó? No. Mataron a John Lennon. Ah. Mis hermanas (a quienes desde luego conocía, mayores que Eduardo, quien era el menor de seis o siete hermanos) se pusieron a llorar". Algo más había, me quedé pensando los días siguientes, si la gente reaccionaba así por alguien que no era de su familia.

3er. acto
Posteriormente ingreso a la secundaria y la maestra de inglés María del Carmen Contijoch se empeñó en lennonizarnos: "Woman", "Love", "Imagine", "Just like a starting over", más clásicas del Cuarteto como "And I love her" o "Yesterday que, aunque son de McCartney, nos acercaron a la contribución de Lennon inevitablemente y aderezaron las sesiones de clase. Aparte del tocadiscos en casa no teníamos donde escuchar música y yo me di a la tarea de grabar casets con las canciones de los Buitres. Recuerdo que el único lugar donde podía oírlos era el auto de mi padre y ahí me encerraba a hacerlo. Los Fab Four, pero sobre todo Lennon, empezaba a volverse familiar, alguien de la familia pues. Pero las interrogantes continuaron surgiendo: injusticias de la rueda de la historia seguirán siendo el modo en que mataron a Zapata o al Che Guevara, pero en este caso no entendía cómo alguien que no le había disparado a nadie (cosa que no se puede decir de los otros dos ejemplos) moría así, es decir, no por dispararle a alguien, sino por lo que había escrito y cantado.

4o. acto
Parte del valor de Lennon reside en la poesía contenida en sus letras. Nueva revelación para mí (a la sazón adolescente de doce años): resulta que la poesía también es posible en otros idiomas distintos al español, en este caso el inglés. Existe una anécdota que leí sobre la coincidencia entre Borges y Neruda (nada más: y miren que estamos hablando de poetas iberoamericanos antípodas) en el sentido de que técnicamente el inglés era superior al español para escribir poesía. Y bueno, recuerdo también que en Material de Lectura de la UNAM salió un número de la poesía en el rock. Lennon está incluido con la letra de "Julia", que aunque tiene líneas en las que parafrasea de Jalil Gibran ("Half of what I say is meaningless; but I say it so that the other half may reach you") posee otras propias de un lirismo insuperable: "When I cannot sing my heart/ I can only speak my mind, Julia/ Julia, sleeping sand, silent cloud".

5o. acto
El día que lo iban a matar John Lennon se levantó temprano (¿para qué hacernos esperar?), desayunó en su restaurante favorito, se preparó y se dirigió a la estación RKO para una entrevista en vivo, después asistió a una sesión de fotos que quedarán para la posteridad, sesión de la que salió para firmar autógrafos, uno de ellos a David Chapman (adelanto de intercambio navideño: firmas por balas) y luego fue a que le cortaran el cabello (lo que seguro facilitó la tarea de quien amortajó su cuerpo) quedando así listo para lo que el corto (ya entonces breve) porvenir le deparara. Su "a day in a life" fue largo (menos mal) y lo cerró cerca de las once de la noche cuando se dirigía al edificio Dakota hasta que una ráfaga de disparos detuvo sus pasos. Desde su origen el hombre ha buscado darle explicación a los hechos que no entiende. En esa línea de cosas y a título personal, lo único que puedo decir al respecto es que John Lennon tuvo que morir así para que yo comenzara a entenderlo a fondo...

p.d. En esta vida nada es gratuito y menos la muerte. El círculo de las estrellas se cierra sobre nosotros. 8 de diciembre (día de la Inmaculada Concepción: por algo será) es la fecha de nacimiento que de tiempo atrás escogí para mi alter ego. Día que desdenantes llevaba un sello de fuego por corresponder al del nacimiento del rey Lagarto, el otro gran poeta del rock y de quien prometo comentar algo después (mientras, un adelanto de sus poemas)...
AWAKE GHOST SONG
Is everybody in? Is everybody in? Is everybody in? The ceremony is about to begin.
WAKE UP!
You can’t remember where it was had this dream stopped?
AWAKE
Shake dreams from your hair
My pretty child, my sweet one.
Choose the day and choose the sign of your day
The day’s divinity
First thing you see.
A vast radiant beach in a cool jeweled moon
Couples naked race down by it’s quiet side
And we laugh like soft, mad children
Smug in the wooly cotton brains of infancy
The music and voices are all around us. Choose they croon the Ancient Ones. The time has come again. Choose now, they croon. Beneath the moon Beside an ancient lake. Enter again the sweet forest. Enter the hot dream Come with us. Everything is broken up and dances.
DAWN’S HIGHWAY
Indians scattered on dawn’s highway bleeding. Ghosts crowd the young child’s fragile eggshell mind.
Me and my ‑ah‑ mother and father ‑ and a grandmother and a grandfather ‑ were driving through the desert, at dawn, and a truck load of Indian workers had either hit another car, or just ‑ I don’t know what happened ‑ but there were Indians scattered all over the highway, bleeding to death.
So the car pulls up and stops. That was the first time I tasted fear. I musta’ been about four ‑ like a child is like a flower, his head is just floating in the breeze, man. The reaction I get now thinking about it, looking back ‑ is that the souls of the ghosts of those dead Indians …maybe one or two of ‘em…were just running around freaking out, and just leaped into my soul. And they’re still in there.
Indians scattered on dawn’s highway bleeding. Ghosts crowd the young child’s fragile eggshell mind.
Blood in the streets in the town of New Haven. Blood stains the roofs and the palm trees of Venice. Blood in my love in the terrible summer. Bloody red sun of Phantastic L.A.
Blood screams her brain as they chop off her fingers. Blood will be born in the birth if a nation. Blood is the rose of mysterious union. Blood on the rise, it’s following me.
Indian, Indian what did you die for? Indian says, nothing at all.