jueves, 2 de julio de 2009

Sigue la mata dando...

Luis Vicente de Aguinaga dijo...

Jesús:

Perdona la pregunta... Según tú, ¿yo estoy dándote la "razón" a propósito de qué? Para ti, ¿qué parte de tu "planteamiento" es la que yo no he comprendido? También yo tengo la sensación de repetirme... ¿De verdad no has percibido que yo no estoy discutiendo tus ideas, las cuales respeto aun a pesar de no compartirlas? ¿De verdad no has percibido que yo no estoy defendiendo ninguna presunta "infalibilidad", ni del Papa ni del jurado del Premio Aguascalientes, porque sencillamente no es la decisión como tal del jurado lo que ha sido puesto en entredicho, sino algo más grande: su competencia y rectitud? ¿De verdad no has percibido que yo no estoy discutiendo razones de moral abstracta ni de crítica literaria, sino asuntos de conducta periodística?

Que cada quien diga lo que mejor le parezca en torno a 'Tríptico del desierto', pero que lo haga con argumentos de crítica literaria, no de persecución policial. El jurado ya se pronunció y, al no haberse demostrado ninguna irregularidad, su fallo es inapelable. No por priísmo: porque así son los concursos. Ésta no es una cuestión de historia de la poesía, sino de la mecánica particular de los premios literarios.

Por lo demás, a mí Sicilia no me cae bien por haberle dicho "cerdo" a Escalante ni por haberle pedido más tarde disculpas. Me cae bien por otras cosas, empezando porque me gustan sus libros de poemas. Tú tampoco me caes mal ni bien por haberme dicho "perro" ni por haberte disculpado más adelante. Cuando hay insultos, el que debe "responder" no es el insultado (si no quiere, por supuesto). Es quien lo insultó el que tiene algo más que decir, porque haber insultado es prácticamente no haber dicho nada.

En cambio, deslizar acusaciones de plagio y de tráfico de influencias o favoritismo no es insultar, sino insinuar una culpa legal, de modo que no basta con pedir perdón o disculparse. Descargar a una persona de las acusaciones que se le hayan hecho públicamente no es tan fácil, y es indispensable que la parte acusadora presente pruebas o desagravie meticulosamente, paso por paso, a la persona señalada, sobre todo cuando ésta no gozó del más elemental derecho a presentar su versión de los hechos de manera simultánea, y no posterior, a las acusaciones.

Hasta la otra,

Luis Vicente.

2 de julio de 2009 12:04

Luis Vicente:


Pues entonces no entiendo lo que quieres: hay varias cosas sobre las que no vuelvo porque se vuelven redundantes (como la de que estoy de acuerdo que se dé difusión a ambas contrapartes para que el lector saque sus propias conclusiones, como que no era el ofensivo el sentido con el que usé "perro de la fe", en fin), pero me despido devolviéndote a cambio sólo una pregunta. Más allá de intereses creados, nobles o innobles, ¿en qué consiste la "ética periodística"? ¿En que la redacción de un periódico se vuelva una sala de audiencias de la Suprema Corte de Justicia? Desde luego que la misma ley tipifica el delito de difamación; entonces por qué no acudes a él, ya que hablas de persecución policial. Ahora bien, tal vez te refieras a la mesura, a la imparcialidad para juzgar los hechos, pero ¿qué no hay una clara distinción entre el periodismo puro (el de la nota informativa, que se cree, según esto, objetiva) y el periodismo de opinión (en el que entra el punto de vista libre, capaz de sostener sin pruebas porque o nos han privado de ellas o porque simplemente son parte de una lectura, de una suposición digna de ser conocida porque nos dan la interpretación de una realidad determinada)? Según tengo entendido, un periódico sólo del primer tipo de periodismo se puede hacer responsable, legalmente hablando. Checa el dato y después, si gustas, seguimos charlando.


Jesús


Luis Vicente de Aguinaga dijo...

Jesús:

Agradezco el cambio de tono y hago un esfuerzo por aceptar que si me llamaste perro no fue por antipatía. Cosas peores hay que aceptar de otros colegas.

Me limito a preguntarte una cosa: ¿de verdad piensas que, al acusarme de favoritismo y amiguismo en beneficio de Javier Sicilia, quien todavía no era mi amigo cuando Francisco Hernández, María Baranda y un servidor fallamos el concurso por el premio Aguascalientes en favor de su libro, Evodio Escalante no estaba sino externando un "punto de vista"? ¿No te parece que hay fronteras bastante claras entre la opinión periodística y el juicio crítico, así como entre ambos y la denuncia judicial?

En cuanto al papel de MILENIO y LABERINTO en este asunto, yo pienso que al medio informativo le corresponde juzgar si el texto que su colaborador está entregándole contiene insinuaciones o francas imputaciones judiciales. Cuando las hay, es obligación del medio incorporar la llamada contraparte, o sea la versión de la parte señalada, exhibida o acusada, y esto en la misma edición en que se le señala, exhibe o acusa.

Como no quiero que pienses que lo anterior lo estoy inventando yo, sacándomelo de los forros, voy a citarte lo que ha escrito Juan Carlos Núñez Bustillos, defensor de los lectores de PÚBLICO, diario tapatío del consorcio que publica MILENIO. Yo vivo en Guadalajara, de modo que no leo MILENIO, sino PÚBLICO, y es en PÚBLICO donde se han venido publicando no solamente los artículos de Sicilia y Escalante, sino las columnas ofensivas y desinformadas de Roberta Garza y Heriberto Yépez a propósito del mismo asunto:

"Pregunta [Alfredo] Sánchez [colaborador de 'Público' que se dirigió al defensor en busca de aclaraciones a propósito del tratamiento concedido a la polémica Escalante-Sicilia]: '¿Si en VISOR [versión tapatía de LABERINTO] se publicó la acusación no se debería haber publicado ahí mismo la respuesta-defensa del aludido?'. La respuesta es: sí. Y no sólo eso, sino que además debió haberse publicado en la misma edición. Numerosos códigos de ética periodística indican que siempre que se difunda una acusación contra una persona hay que incluir su versión. Es lo que comúnmente llamamos 'parte y contraparte'.

"La 'Carta de los deberes del periodista' (Italia) establece: 'El periodista no debe informar de acusaciones que puedan afectar la reputación o la dignidad de una persona sin ofrecer la oportunidad de réplica al acusado'. Dice el 'Código de ética para la prensa, la radio y la TV' (Suecia): 'Esfuércese en ofrecer a las personas que han sido criticadas en la elaboración de la información la oportunidad de responder a esa crítica simultáneamente. Procure también expresar los puntos de vista de todas las partes concernientes'. El 'Libro de estilo del Grupo Vocento' (España) indica: 'Las acusaciones e imputaciones de cualquier género deberán llevar aparejada siempre la versión del acusado, salvo que se niegue a darla, caso en el cual se hará constar así. No se publicarán acusaciones en las que no se haya dado tal oportunidad al imputado'."

Así las cosas, Jesús, yo sostengo que LABERINTO, al prestarse a servir de trampolín a un calumniador, ha faltado a la ética periodística. Por eso en mi carta me dirigí al editor de LABERINTO, no a Evodio Escalante, y por eso le pedí una exculpación, es decir: no que se disculpara, sino que me descargara de acusaciones gratuitas, frívolas, improcedentes y, en suma, injustas, vertidas en el suplemento del cual es responsable.

Otra cosa: si yo he desarrollado un verdadero afecto por Javier Sicilia últimamente no ha sido por compasión, sino por entendimiento recíproco. Tal vez Evodio Escalante sea de la opinión que las amistades hay que señalarlas, denunciarlas y perseguirlas; yo, como sé que no estoy cometiendo delito alguno por ser amigo de Sicilia ni de nadie más, aclaro que no viene al caso dar explicaciones ni presentar coartadas.

Eso era todo. Recibe un apretón de manos de

Luis Vicente.

1 de julio de 2009 22:02


Bien por ti Luis Vicente.

Como decía, creo que en el fondo se trata de lo mismo e infiero que el calor en la sangre no deja ver las cosas con claridad. Con tus propios términos estás pidiendo que haya "fronteras bastante claras entre la opinión periodística y el juicio crítico", pero yo insisto que el saltarse esas fronteras es responsabilidad de quien firma el artículo, no de quien lo publica. Es más, pides que no se dé entrada a "imputaciones judiciales", en lo cual también estoy de acuerdo, sin embargo ni Escalante tiene el puesto de fiscal (de una hipotética Procuraduría de la Defensa de la Originalidad Poética), ni existe hasta el momento (según creo) acta alguna en contra de Sicilia en ningún ministerio público del país.

Estoy tan seguro que me das la razón aunque no hayas entendido del todo mi planteamiento porque 1) te preocupa que la acusación de Escalante tenga la misma difusión periodística que las secuelas que ésta generó, y porque 2) dicha difusión permitirá evaluar la calidad de moral de los contrincantes (para lo cual no se debe censurar ni sus ex abruptos, ya que siempre hay oportunidad para la rectificación, como recordarás lo hizo Sicilia después de llamar "cerdo" a Escalante) y en el fuero interno de los lectores les permite obtener como saldo (temo que me estoy repitiendo) una afinidad con alguno de los dos bandos, cosa que terminaste haciendo en favor de Sicilia. Por lo tanto te pregunto: ¿dicha afinidad ("entendimiento recíproco" lo llamas) se hubiera producido de haberse desencadenado los acontecimientos de otro modo?

El apretón de manos es recíproco. Que haya suerte.

2 comentarios:

Luis Vicente de Aguinaga dijo...

Jesús:

Perdona la pregunta... Según tú, ¿yo estoy dándote la "razón" a propósito de qué? Para ti, ¿qué parte de tu "planteamiento" es la que yo no he comprendido? También yo tengo la sensación de repetirme... ¿De verdad no has percibido que yo no estoy discutiendo tus ideas, las cuales respeto aun a pesar de no compartirlas? ¿De verdad no has percibido que yo no estoy defendiendo ninguna presunta "infalibilidad", ni del Papa ni del jurado del Premio Aguascalientes, porque sencillamente no es la decisión como tal del jurado lo que ha sido puesto en entredicho, sino algo más grande: su competencia y rectitud? ¿De verdad no has percibido que yo no estoy discutiendo razones de moral abstracta ni de crítica literaria, sino asuntos de conducta periodística?

Que cada quien diga lo que mejor le parezca en torno a 'Tríptico del desierto', pero que lo haga con argumentos de crítica literaria, no de persecución policial. El jurado ya se pronunció y, al no haberse demostrado ninguna irregularidad, su fallo es inapelable. No por priísmo: porque así son los concursos. Ésta no es una cuestión de historia de la poesía, sino de la mecánica particular de los premios literarios.

Por lo demás, a mí Sicilia no me cae bien por haberle dicho "cerdo" a Escalante ni por haberle pedido más tarde disculpas. Me cae bien por otras cosas, empezando porque me gustan sus libros de poemas. Tú tampoco me caes mal ni bien por haberme dicho "perro" ni por haberte disculpado más adelante. Cuando hay insultos, el que debe "responder" no es el insultado (si no quiere, por supuesto). Es quien lo insultó el que tiene algo más que decir, porque haber insultado es prácticamente no haber dicho nada.

En cambio, deslizar acusaciones de plagio y de tráfico de influencias o favoritismo no es insultar, sino insinuar una culpa legal, de modo que no basta con pedir perdón o disculparse. Descargar a una persona de las acusaciones que se le hayan hecho públicamente no es tan fácil, y es indispensable que la parte acusadora presente pruebas o desagravie meticulosamente, paso por paso, a la persona señalada, sobre todo cuando ésta no gozó del más elemental derecho a presentar su versión de los hechos de manera simultánea, y no posterior, a las acusaciones.

Hasta la otra,

Luis Vicente.

Luis Vicente de Aguinaga dijo...

Nos vemos, Jesús. Espero no haberte importunado. Ojalá que algún día podamos conversar en directo. Hasta entonces,

Luis Vicente.